Georgina Maynou, Nutrición

Estrategias para promover el consumo de pienso en terneros lactantes

Para fomentar el rápido consumo de pienso durante las primeras semanas de vida del ternero es importante considerar, en primer lugar, el tipo de programa de alimentación líquida. Si bien, ofrecer grandes volúmenes de leche puede reducir o retardar el consumo de alimento sólido, restringir el aporte de leche a cantidades correspondientes al 10% del peso vivo (PV) del ternero puede también deprimir el rendimiento productivo de los terneros debido a una baja disponibilidad de nutrientes.

Una alternativa que permite conjugar rendimiento y bienestar de los terneros, además de optimizar el consumo de pienso y garantizar buenos crecimientos al destete, son los programas de alimentación líquida de destete progresivo, en los que se ofrecen cantidades generosas de leche al inicio (20% PV) y luego, 2 o 3 semanas antes del destete, se va reduciendo progresivamente la cantidad de leche ofrecida (Khan y col., 2007).

Otros factores que afectan el consumo de alimento sólido son la presentación del pienso, así como el tipo de cereal, los cuáles han mostrado tener un impacto sustancial sobre las tasas de ingesta, crecimiento y parámetros de desarrollo ruminal en terneros lactantes y al destete. Por ejemplo, en un estudio realizado por Lesmeister y Heinrichs (2004) se observó que la inclusión de granos enteros de maíz en lugar de copos de maíz en los piensos de iniciación de terneros mejoraba el consumo de pienso y la eficiencia alimentaria al destete. En cambio, Bach y col. (2007) indicaron que la alimentación con piensos texturizados o multi-partículas en lugar de piensos en formato granulado mejoraban el consumo de pienso pero no la eficiencia alimentaria, la cuál era mejor en terneros alimentados con piensos en formato granulado que texturizados. No obstante, alimentar a los terneros sólo con pienso sin la adición de productos fibrosos no siempre es beneficioso para la salud y el correcto desarrollo ruminal. Fermentaciones rápidas en el rumen tras la ingesta de concentrados, especialmente cuando estos son finamente molturados, pueden resultar en una acumulación excesiva de ácidos grasos volátiles y la disminución aguda del pH ruminal afectando negativamente la motilidad y capacidad de absorción del rumen. Además, niveles bajos de pH ruminal generalmente deprimen la ingesta de materia seca resultando en un menor consumo de nutrientes y rendimiento productivo.

¿Cómo mejorar condiciones bajas de pH ruminal y optimizar parámetros productivos?

Medidas que permiten regular condiciones bajas de pH ruminal, además de optimizar el consumo de pienso, tasas de crecimiento y eficiencia alimentaria incluyen la adición de forraje picado (diferente de la alfalfa) en la dieta de terneros antes y después del destete (Castells y col., 2012; 2013). Sin embargo, por razones de manejo o debido a que los forrajes son de difícil digestión en el rumen de terneros jóvenes, a menudo estos se utilizan poco o nada durante este periodo.

En otro estudio (Terré y col., 2015), en el que se compararon parámetros productivos en terneros alimentados con pienso en formato granulado con y sin paja, y granulado con la inclusión de granos enteros de maíz y avena, los autores indicaron que la alimentación con pienso granulado con la inclusión de granos de maíz y avena enteros permitía obtener condiciones de pH ruminal similar a la de terneros alimentados con pienso granulado y paja. No obstante, terneros alimentados con pienso granulado y paja mostraron un mayor consumo de alimento sólido que los alimentados con pienso granulado con la inclusión de granos de maíz y avena o solo con pienso granulado sin paja (Figura 1).

 

Figura 1. Efecto de la alimentación de terneras con pienso en formato granulado sin paja (PX); formato granulado con paja (PS) y formato granulado con granos enteros de maíz y avena durante el periodo de lactancia sobre el consumo de materia seca total (A) y pH ruminal (B).

Figura 1

 

Otra estrategia que permite prevenir condiciones bajas de pH ruminal es la suplementación de los concentrados con probióticos. Estudios recientes (Terré y col., 2015) han demostrado que la adición de Sacharomyces cereviciae en la dieta de terneros lactantes promueve el crecimiento de ciertas bacterias en el rumen permitiendo estabilizar el pH ruminal. Otras mejoras que se observan con la adición de levadura en la dieta de los rumiantes son mayores niveles de ingesta, tasas de crecimiento y eficiencia alimentaria (Lesmeister y col., 2004; Terré y col., 2015). No obstante, la alimentación con piensos suplementados con Sacharomyces cereviciae no siempre influyen sobre el pH ruminal o mejoran el rendimiento productivo y la salud de los terneros, aunque haya un aumento en el consumo de pienso o mejora en los procesos de fermentación (Pinos-Rodriguez y col., 2007). 

Conclusiones

Alimentar a los terneros con piensos texturizados resulta en un mayor consumo de alimento sólido en comparación con piensos granulados, aunque la alimentación con piensos granulados resulta en mejores eficiencias alimentarias que los texturizados. Ofrecer a los terneros paja picada y/o suplementar los piensos de iniciación con levadura o granos enteros de cereales puede mejorar el consumo de pienso gracias a una mejora de las condiciones de pH ruminal. No obstante, un correcto programa de alimentación líquida de destete progresivo puede también ser necesario para garantizar un mayor consumo de alimento sólido y correcto desarrollo del rumen.